Café con sal.

Tan agridulce como un recuerdo embotellado.

Tan frío como el hielo de enero.

Tan fuerte como dos polos opuestos.

Sumamos locuras de noches eternas, volvemos a los parques oscuros llenos de piedras.

Las bombillas se vuelven personas e iluminan esta habitación cerrada.

Lo eterno de un cigarro se consume en el infinito.

Rompemos normas para imponer las nuestras.

Quemamos hojas secas con el fin de calentar algo inerte.

Secamos las lágrimas de nuestros ojos aparentando tranquilidad.

Dejamos que la sangre corra por el suelo.

Golpeamos paredes por no reventar bocas.

Creemos en lo imposible y lo hacemos realidad.

Lo hacemos, porque si. Porque somos jóvenes.

Porque tenemos tiempo y ganas de vivir.

¡Porque nos da la puta gana!

Como el hielo.

El frío recorría mis manos hasta el punto de congelarlos.

Andando por la calle oscura que tanto nos vio sentir, te vi.

Verte era uno de mis miedos.

Millones de preguntas se agolpaban en mi cabeza: ¿Que sentiré? ¿Tendré ganas de abrazarte, hablarte?

Y se iban a contestar en medio segundo.

Y aquí os doy la respuesta.

Nada.

Eso es lo que sentí, nada.

Ni ganas de hablar, ni abrazarte, ni sentirte cerca. Nada.

Eras como cualquier otro ser de la calle, ahí puesto, sin ninguna importancia.

Creo que esto a mejorado y...(aunque me da pena)

me gusta.

No quiero evitar las leyes naturales.

Orgías que unen vozca y myolastan.

Lunas que cambian de color.

Canciones que no te hacen llorar.

Ganas de sentir algo más que dolor.

Suciedad bajo tus pies ensangrentados.

Golpes que causan la fricción de dos cuerpos.

Hormigas inertes que queman el asfalto.

Un mar que te inunda de rabia.

Lo siento, pero no puedo evitarlo.

El dolor que cae sobre estos hombros se ha cansado de moverse. 

Quiere proyectarse.

-¡Lanza una señal y yo iré corriendo! 

-No quiero señales, gracias.

Y se acabó.

Más cambios en este lio.

Y ahora no puedes leerme.

Ni tocarme.

Ni mirarme.

Ni toserme.

Ahora somos polos completamente incompatibles.

Equivocaciones varias y su sonrisa.

La echo de menos, mucho.
Últimamente más de lo habitual.
Este odio frustrado que lanzo sobre su persona, no es más que una tapadera.
Debería odiarla.
Pero en realidad, ella no tiene la culpa.


Su dulzura a la hora de mirar, la sonrisa tonta, esos ojos...
Llámame ilusa, porque lo soy.


No tengo nada con ella, y se que si todo sigue por este camino de piedras y escombros, va a seguir siendo a sí.


Pero ahora, invades mis sueños continuamente.
Te veo, te siento muy dentro de mi, tan profundamente...


Y luego despierto, miro al otro lado de mi cama y no estás.
Y nunca has estado...


Siempre te recordaré como algo efímero e intenso.


Fue todo demasiado rápido y con demasiada mierda encima.


Me equivoqué, te hice mal. Y ahora lo estoy pagando.


Quiero abrazarte... Ni te imaginas cómo echo de menos tu olor.


Ojalá puedas perdonarme algún día, y vuelvas a mis brazos.

Odio decir esto, pero... te necesito como a nadie.

alcacomian

Fantasmas de humo.

Se consume el incienso, por fin se acaba, como las botellas de ron de mi mesilla.

Y aquí sigo, desesperada por ser feliz. ¿Para qué? Ni puta idea.

Simplemente quiero saber lo que se siente...

Pues nada, las musas me han abandonado porque dicen que no les gusta mi nostalgia y mi rabia.

Pues que se jodan, seguiré escupiendo palabras en este teclado ( el cual he de limpiar, que rebosa ya la saliva )

Cigarros, un par de diazepanes y vozca. A eso se reduce mis noches con la gente.

Cuando estoy sola, sólo hay agua, tabaco a escondidas y televisión hasta altas horas de la noche.

Una sonrisa me lleva a un mundo de colores, en tonos morados y rojos. Una locura.

Creo que ya no se escribir, he desaprendido.

Me voy de aquí, necesito más droga.

Prácticamente iguales.

Encontrar a una persona con la que compartir hasta el alma.

Poder quererla hasta sangrar, sentir lo que ella siente y mirarla a los ojos claramente y decir:

¡¡TE QUIERO!!

Creí que la vida nos habia juntado por casualidad, pero cada dia me demuestras que no.

No llegastes por casualidad.

Eres parte de mí.

En tan poco tiempo puedo decir que no se que haría sin su sonrisa o sus hoyuelos.

Puede que este texto no sea como acostumbro a escribir, pero necesitaba decirlo.

Ella es algo indispensable en mi vida.

No he sido capaz de enfadarme con ella nunca y... Ella lo sabe.

Son momentos, promesas, canciones y suspiros los que nos unen.

Y esto es todo lo que puedo decir, porque es pensar en ella y todas las palabras se me quedan pequeñas.

Irene Vega, eres más que un todo.

Y se que eres para siempre.

Se me atragantan los verbos.

Ya lo dije, lo hice, lo escupí, lo pisé, lo encontré y lo maté.

Me fui, volví, me quedé y desistí.

Hablé, grité, lloré, morí y volví a nacer.

Ame, como nunca había amado, y caí hasta que no quedó ni un sólo sentimiento en mi alma.

Tuve sexo sin paciencia, demostré cada sentimiento y sentí cada caricia con lujuria y cada gota de sudor en mi excitada piel.

Me comí a mis presas con odio, las desgarré la vida y me la tragué.

Me drogué hasta perder la cordura, me envenené con alcohol hasta que te vi triple en mis ojos.

Fumé con cada uno de los objetos de mi habitación y me desmayé en una cama por sobrecarga de humo.

Indencié cada camino que recorrí en mi pasado.

Te reventé en sueño y luego te reinventé con pasión.

Sangré cada momento y me curé con rabia.

¿ QUÉ ME QUEDA POR HACER ?

Sólo una cosa...

ella

No me conoces.

No soy como nadie piensa, nadie me conoce realmente.

Bueno, creo que sí, sólo una persona.. thtstltp

Se lo que hago, cómo lo hago y con quién lo hago.

Mis actos tienen consecuencias, lo se. Pero no sólo soy yo en esta guerra.

Me propuse dejar de nombrarte, dejarte de lado (lo que "SUPUESTAMENTE" me pides a gritos).

Pero yo no tengo porque censurar mis manos, callar mis pensamientos y succionar mis palabras.

Esto es una guerra entre la persona que tu creías conocer y yo misma.

Y el dolor que han causado a ambas les hace luchar, con fuego y rabia.

Con drogas, alcohol y locura.

Los golpes contra el cristal, destrozando mi propio reflejo y viendo fluir mi sangre.

Las caídas desde mi cabeza hasta el suelo mojado.

No me vas a volver a conocer, no vas a reconocerme.

Vas a ver lo fuerte que soy, más que tu propio ego.

Voy a llegar a lo más alto y te voy a mirar con prepotencia.

Te sonreiré con picardía y sólo podré pronunciar estas palabras:

-Sabías que esto iba a pasar.

Puede que en realidad todo sea fingido.

Que yo no sea fuerte, ni te mire si quiera.

Pero, ahora mismo mi mente me dice eso.

Esto es cosa de mi, y mi misma.

 

                     eidan sere on ut euqrop

De viaje por Sión.

Y chúpame el corazón.

Quizás algun dia puedas absorber ese ponzón que me está consumiendo.

Te creías la reina del mundo en tu pompa de cristal, mirando a todos desde un ángulo gradual.

Ahora sólo eres una plebeya a punto de estallar.

Y a mi me has dejado en una órbita sin gravedad, y aquí seguiré hasta que alguien me pueda rescatar.

No puedo ni debo exigirte nada, sólo que antes de explotar, me hagas una llamada.

Esa llamada que recuerden las noches sin respirar, las lunas sin colonizar y las manos entre la sal.

Esa llamada... La última llamada.

Que te haga recordar las veces que fuimos felices las dos en tu altar.

Voces que se ahogan.

La almohada me ha substraído la inspiración, las ganas y el movimiento.

Sólo pienso en inhalar humo tóxico por mi boca y expulsar atrocidades convertidas en CO2.

Golpeo intensamente las cuerdas de la guitarra que me hace desconectar de esta pesadilla.

No quiero sentir nada más, por favor, que alguien quite el resto de alma que han dejado pudriéndose en mi interior.

Creo que sólo hay una persona capaz de hacer que todo esto se pase. 

Hasta que vuelva la inspiración, la rabia y el amor.

THTSTLTP.

Ya no recorren escalofríos por mis manos sangrientas.

No tengo tan claro que esto vaya a ser algo, creo que murió hace tiempo.

No quiero juegos ni jugadores, simplemente quiero pasar este nivel de un jodida vez.

Lo primero es aceptarlo, lo siguiente asumirlo.

Y para ayudarme está ella...Sólo la quiero a ella.

 "Ella lo lleva bien, está aliviada..."

"Que sea cierto el jamás... Oh, cállate!"