"Y hay un agujero negro que se traga

cualquier intento de ser delicada"


Esa sonrisa torcida que me dedicas entre libros, letras y susurros me hace estremecer, me crea placer en pequeños suspiros.
Por debajo de esta mesa nadie nota el calor que sale por mi pantalón, mis piernas se cruzan para que no te des cuenta de lo que tus ojos verdes crean en mi.


Un pestañeo me devuelve al mundo real, donde tus manos se mueven lentamente dentro de mi ropa.
Donde la luz se envuelve en gemidos.


¿Amaneceres de caricias? No contigo.

Contigo quiero mordiscos mañaneros, café entre las sábanas y palabras sucias al oído.
Contigo quiero sexo en cada rincón de tu casa, de la mía.
En los parques, en la piscina.

Quiero que la atracción sea tan fuerte y tan inevitable como la gravedad.

Sueñame, contigo.

y quitate la ropa.
O mejor, te la quito yo.


Un leve rayo de sol se cuela por la destartalada persiana de esta habitación, tú habitación.
Las sabanas se mezclan con tu piel, mis manos recorren todas las zonas de tu cuerpo y están calientes, mojadas, rojas.


Y yo me recreo, te deseo, te devoro con los ojos.
Tus dedos se agarran en mi pelo y yo sólo pienso es besarte cada poro y cada recoveco de tus extremidades.


Y las lenguas se buscan, se encuentran, se enredan.
Tu cuello se vuelve mi comida favorita y lo muerdo, lo saboreo, lo relamo.


El tiempo no pasa, la luz se atenúa y no me canso de tenerte fundida en mí.

Dejemonos de tonterías y hagamos el amor, cómo si el mundo estallase dentro de 10 segundos.

Otra vez al agujero.

¿Qué ha pasado?

¿Por qué vuelvo a la mierda de vida?

Respira, despacio. Continua.

Ya no tolero el frío como antes y eso no está permitido. Adelante.

Se fuerte, sigue hasta conseguir tu meta.

Me dejé la meta olvidada entre las ganas de besarla a ella, y esto no puede seguir así.

Vuelvo al gélido invierno, a las mañanas polares y a las manzanas rojas.

El agobio al desnudarme, vestirme y volverme a acostar.

Todo es por mi bien. 

O eso creo.

Mejor no decirlo.

No te voy a decir lo que siento.
Ni lo quiero.
Ni lo que me mata no besarte.


Sentirte cerca es lo que me queda, tan cerca que seamos una sola piel, un solo latido.
Una nueva forma de respirar, de sentir, de experimentar.


Pero el que arriesga no siempre gana o pierde, así que por ahora es mejor no decirlo.
Dejar pasar todos estos sentimientos, esperando a que se amolden a mi vida, a mi rutina.


Pensar en ti de forma diferente, especial, esencial.


Nunca es demasiado tarde para decirte todo lo que me gustaría tatuar en tu piel, pero no me atrevo a coger la tinta.


Por suerte tengo una persona demasiado especial que siempre me dice que las cosas van a ir mejor, que todo lo malo se pasa, que sonreír no es siempre tan complicado.

Por ella pienso que alguna vez podré ser el motivo de tu placer, de tu felicidad.


Y entonces, todo irá bien.

Skins.

No se que siento, que pienso.
Me aceleras el corazón, me enfureces.
La cabeza me da vueltas, te acaricio y me giro.


Sentir? Por ti? No, no puede estar pasando.


Mi ritmo se acelera, la sangre fría recorre mis venas.
Tu... Por qué tú?


Intento creer que esto no es real, que simplemente mi mente perturbada se está equivocando(otra vez).
Pero te miro a los ojos y tiemblo, creo que el mundo gira más deprisa y vuelvo a volar.

Creo que... te quiero.