lunes, 28 de octubre de 2013
En vuelo inerte.
jueves, 17 de octubre de 2013
Costilla rota.
Qué está pasando.
Respira.
Lo de siempre.
Pierdo el control de mi cuerpo y empieza el juego.
Su juego.
Y yo solo soy un títere con ganas incomprensibles de dejarme llevar
entre esos dedos que solo desean la muerte lenta de mis órganos vitales.
Pero es divertido bailar con la boca a punto de desfallecer en cualquier acera del centro de Madrid.
Quién sabe por qué me gusta tanto el riesgo que ellas me otorgan.
Quizás es solo la curiosidad de qué me harán esta vez.
Como el niño que, impaciente, se despierta a las cuatro de la noche,
en la que sus padres le han dejado regalos al lado del sofá.
Intenta saber qué son por el papel o la forma, pero en realidad no quiere averiguarlo.
Así, con la ansiedad en rojo sangre y las manos moradas, sin respiración.
La contradicción recorriéndome las venas, ardiente de destrucción cerebral.
Ya no soy dueña de mí,
ahora me dominan ellas con su ejército de mariposas sedientas de vitalidad.
Abandonadme antes de que cumpla la condena y quedemos atadas para siempre,
por favor.
lunes, 7 de octubre de 2013
1:12
martes, 1 de octubre de 2013
Oh, quédate.
Eh, pequeña.
Las noches lejos de tu olor me recuerdan a que el infierno siempre está presente.
(Como tú en mi vida.)
Los secretos que guardan las sábanas tienen hueco aún para más gemidos animales.
Pero, el miedo está lejos
(muy lejos)
desde que tus manos se imantaron a mi espalda,
casi sin querer.
Queriéndonos a drede.
Hacía tiempo que ser feliz se me antojaba un invento más de este mundo.
Y llegaste tú,
con tu sonrisa a medias
y esos ojos multicolor.
Tuve que caer en ti,
volví a creer que las casualidades existen y que tú,
me haces tener el corazón más rojo que nunca.
Si estoy en una ilusión,
quiero seguir viviendo en ella.
Muriendo en cada estación de autobuses
donde empieza la distancia real entre las dos
y renaciendo minutos después al recordar ese
'te quiero'
antes de volver a besarnos.
Octubre ha empezado y quizás, sea el más bonito desde que empecé a escribir.
Por ti,
por nosotras.
(Porque sea cierto el jamás.)