miércoles, 19 de noviembre de 2014

Funeral.

Traté de alcanzarte, tocarte, rescatarte.
Y solo recibí empujones hacia un vacío donde solo estaba tu imagen,
pero nunca tú.

Tengo un grito escondido entre tanta decepción.

Un te quiero, también.
Y tantas mentiras como salieron por tu boca esa noche.

Observo mis cimientos, rotos.

Tras tu terremoto. Tras mi caída mortal.
Me has vuelto a romper.

Mirarte y darme cuenta de que, por desgracia, 

sigues siendo una debilidad tan fuerte, 
tan sumamente tóxica,
que no puedo escapar.

El vértigo al recordar tus ojos clavados en los míos,

tus manos en mi espalda.
Ese vértigo me tiene presa de unas letras
que juré no volver a escribir.

Perdí el tiempo, la perdí a ella.

Y a ti, nunca te tuve.
Solo esta imagen que me hiciste creer,
querer.
Y joder, necesitar.


Siempre tuve la sensación de estar haciendo lo incorrecto y, 

sin embargo,
nunca fui capaz de dejar de hacerlo.
Fue en vano.
Fuiste en vano.


Ojalá hubiese sido distinto.

Nunca debí atarme a tus muñecas con tanta facilidad.
Ni creer que éramos todas esas noches que nos dedicábamos 
a escondidas
y a oscuras.

Ahora, puedes irte.

Cierra la puerta y tira la llave.
Por favor, hazlo.
Yo soy capaz de volver y no queremos eso.
Tengo que pensar en mí.
Y dejar de creer que eres esa chica de la que yo necesitaba un "buenas noches"



"Me dueles tanto que no quiero volverte a ver."


1 comentario:

  1. qué gusto encontrar aun poetas independientes, me llamo Aura y estoy aquí, escribo, existo en blogspot, grcias.

    ResponderEliminar