jueves, 31 de julio de 2014

He vuelto.

Como quien vuelve a la zona del crimen después de que limpien toda la sangre.
Como quien se vuelve a descargar la canción que borró por ella.

He vuelto, te juro que he vuelto para volver a irme.
Pero no te preocupes, no me verás.

Llevo escondida más de un mes y me han parecido años.
Encontrarme ha sido como una puñalada en mitad del esternón.
Más bien, como si me arrancasen de cuajo los restos de la caja torácica.

Por suerte, no solo hallé dolor.
Han aparecido manos, unas manos nuevas, libres, con ganas, sin peros.
Y cómo voy a resistirme si son las mías.

He volado tan lejos que ni tu recuerdo ha sido capaz de alcanzarme.
Tengo unas alas nuevas, preciosas. No vengas a cortarlas.

Te he escrito cada día, sin saberlo. 
Moviendo los dedos por todo mi cuerpo imaginando que eras tú.
No pares. No sigas.

Estoy drogada, pero eso ya lo suponías.
Escucho una música que jamás había oído y, sin embargo, todo el mundo está en silencio.

¿Ves?

Me vuelvo a ir. Me disipo.
Y no puedes hacer nada.

2 comentarios:

  1. Por supuesto. Sólo tú podías plagar de belleza agria el dolor.
    Ojalá escribieses de manera más frecuente. Pero si eres como yo, sólo podrás expresarte cuando no estés al 100%.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Solo intento reconstruirme sin saber cómo. Gracias, de verdad. Cosas así me hacen sonreír como una idiota y eso es exactamente lo que necesito en estos momentos.

      Eliminar