sábado, 9 de marzo de 2013

Realidad o tú.

Llegaste sin más, con frío y el pelo alborotado.
Sin darme cuenta, te tenía tan cerca que respiraba tus suspiros.
                                                                                                        Y cerré los ojos.

Abriste la puerta, despacio. 
Entraste de puntillas pero yo ya me había despertado al recordar tu olor.
Derepente te sentí dentro de las sábanas, de mí.
Gemías sin paciencia y me besabas con lujuria.
                                                                                  Y abrí los ojos.

Ahí, justo ahí, tenía tu nuca.
Tuve que rozarte para cerciorarme de que eras real, 
que esto no era un sueño.
Ardías.
Me quedé acariciándote un poco más, escuchando tus ronroneos a oscuras.
Qué bien le quedas a ese pijama verde.
                                                                     Y cerré los ojos.

Otra vez tú, ¿Qué haces aquí?
Te tengo a dos milímetros, enganchada a mis piernas y colonizando mis sueños.
No lo entiendo y tampoco creo que tenga una razón para explicarlo.
Pero tú, sigue aquí.
                                 Y abrí los ojos.

Oí tu voz susurrando un 'abrázame'.
Entonces, ¿Qué es real y qué es sueño?
¿Qué eres?
No sé, 
pero 
yo me quedo abrazada a ti un poquito más.

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