miércoles, 13 de marzo de 2013

No cesa.

Rabia. Respira.
El azul de la pared desconchada sobre la piel rota.
Sangra. Y qué.
Ni sueño ni respiro.
¿Cual es la realidad?


Juro que no conozco el significado de ataduras.(Primera mentira.)
No las quiero. (Verdad, verdad.)

La única espiral que podría destruir el futuro, desapareció.
Entonces dime por qué te empeñas en crear más, invisibles e inexistentes.
No ha sido mi culpa. (Segunda mentira.)

Te quema su nombre, a mi me da un calor que nadie puede entender.
La quiero, nos quiero. (Verdad, verdad.)

Espacio, aire. Llámalo como quieras, pero hazlo.
Déjame pensar.
Prometo no resquebrajarme. (Tercera mentira)

¿Ves esa ventana? Ahí estoy, en la gota de rocío que adorna tus amaneceres.
Antes la observabas, preciosa. Callada y a la espera de que resbalase hacia tus yemas.
Ahora la aplastas, la absorves y te la tragas.
Toda para ti. (Cuarta mentira.)



No tengo respuestas, ni preguntas. Nada.
Te dedicaré un párrafo más,
pequeño y que no ha sido escrito por mí.



"Infinita ingenuidad,
ilusión centesimal,
me creía tan capaz
con mi cápsula de Albal.
Mi torpeza fue total,
de tan grande es demencial,
no detecto una señal,
nunca encontraré el lugar
donde al fin me entienda." 







Y yo ya no puedo hacer más si este mas, siempre resta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario