viernes, 18 de enero de 2013

Veinticuatro tintas a medias.

A la deriva.
Sin timón ni ganas de nadar. A punto de caer ahogada.
Y cómo escuece la sal de tu mar.

                                                                               La espinita se hizo estaca y hubo que sacarla.
 

Ojalá pudiese cambiar los minutos que ahora se me clavan por aquellos que dejé volar entre tus labios.

                  Estas vainas que te gritaba y justo ahora se me atragantan.

 Tan lejos de lo que una vez me hizo gritar por ti, por un número y por tus putas manos.

                                                                                                     Sácame las ganas o saca el licor.

 ¿Cuándo dejaré de buscarte entre vodka y un par de hielos?


Ven a pudrirte conmigo, a drogarte en mi salón.

         Es lo único que necesito. Un poquito de tu droga.

 Amores perros.


Quise ser tu perra fiel, tu 'buenos días' y tus mejores noches. Ahora qué.


                                     Oyeme loca, pagaría por no verte.


 Cuántas mentiras para no decir que te necesito más de lo que quiero admitir.

Hiciste de mí lo que quisiste y ya no puedes.

       Ni tú, ni nadie. Ni yo, ni quiero. Te quiero. ¿Nos quiero?


                                                                                    Si quieres matarme, me tienes delante.

                                                                                                         
                                                   Hazlo de un golpe, el último.
                                            Directo a los ojos.


¿Por qué no me dejas en paz y te piras poniéndole fin a esta guerra? Llevo prisa.

No tengo más letras, me he quedado sin argumento para esta historia de chica conoce a chica. Intoxica.

Mi corazón no se alquila niña, dame bebida. Toma la iniciativa o déjame a la deriva.

         Ya te dije que sabía que te habías ido.                     No lo soporto.

Voy a exigirte más de lo que tú me puedes dar. Así que deja que te muerda o déjame en paz.

                    Ojalá perdieses esas dudas, miedos. Ojalá fueses capaz.

No sé si decir basta o subir más la apuesta.


 ¿He perdido la esperanza? No quiero. Sí. Joder, qué indecisión.
Mueve ficha antes de que se queme el tablero. Las llamas acechan y no vale de nada intentar apagarlas/nos.

Hasta las narices de discutir con mi cabeza. Por ti, sí.
Por ver si te quiere más dentro o más lejos. Por verte. Por torturarme.

A veces lo tengo todo asumido, claro, roto.
No quiero perdernos.
Dime qué hago ahora. Dónde me escondo.
Risas a medias, sí. Esas que antes me robabas.
Estoy entre echar a volar o quedarme a colonizar(te).
A oscuras me quedo.






 Búscate entre este texto,
 tu nombre ya está grabado en mi ventana.






Sé a lo que sabe el techo, el suelo y tus putos besos.

2 comentarios:

  1. Perdoname por no podertelo decir.
    Ahora creo qe te puedo decir lo qe romeo a julieta.
    Usted señorita me puede dar una cita?
    Lo siento de verdad por no haberlo dicho antes.
    Aqui mismo si quiere te lo voy a explicar

    ResponderEliminar