¿Recuerdas aquellos días de felicidad plena? Donde nada importaba y todo era innecesario.
¿Recuerdas esa hierba mojada que cubría nuestros rostros? Cuando era sólo respirar.
Pregúntale a esas sábanas llenas de pintarrajos y dulzura lo que teníamos.
Dile que si te puede dar la solución a esta enfermedad que nos consume.
Yo...Tengo una ligera idea, seguramente equivocada ( para variar ).
¿Y quién lo puede saber, querida? Necesito una respuesta pronto o nos estallará en los ojos.
Un par de cigarrilos con un café en aquella vieja cafetería de barrio nos haría pensar, comprender... O no, seguramente no.
Pero supongo que habrá que intentarlo...
¿Por qué?
Por no olvidar todo lo que fuimos, todo lo que somos y todo lo que seremos.
Por... Nosotras.
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