El destino que una palabra cambió, una historia deshizo y otra creó está
Recuerdos de una caricia, un beso o un simple "hola" flotan por esta habitación. Y huelen a ella.
Las estrellas bajan a la tierra para iluminar su ventana en la noche más oscura.
Sonidos que navegan por las sábanas de lo que una vez llamamos nosotras
Luces que reflejan en un espejo empañado aquel número que tantas noches en vela nos dio.
Gotas de lluvia que recorren nuestras manos y las unen en un parque oscuro.
Todas esas cosas con las que el destino juguetea, haciéndonos perder la cordura.
Todas esas cosas que llamamos y llamaremos nuestras.
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