lunes, 6 de mayo de 2013

ITTC.

Me estás empujando (sin querer, creo) a una destrucción masiva.
Una bomba atómica apunto de implosionar, 
dejando que mis costillas salgan a relucir.
Afiladas y rotas.
Como tú.

Donde la improbabilidad se tornaba imposible, me quedé.
Buscando no se qué para que volviera todo a la normalidad.
Y la sorpresa fue que te encontré a ti, 
rebuscando entre mis pupilas.
Qué bonita eres.

Ahora vete, por favor.
No te quiero dando tumbos por mis venas.
Sé que es lo que realmente deseas desde el principio.
Venga, que ya casi es media noche y ella te estará esperando.

Las espinas tóxicas ya no lo son y las arranco cada amanecer 
para ver si así consigo recordarnos.
Pero nada, nos he olvidado hasta en singular.

Cambios radicales se acercan y no os dais cuenta.
Ni tú, ni ella ni nadie.
Así mejor, en silencio y desde dentro.
Quemando cualquier síntoma de estabilidad.


(Y ésto no tiene sentido 
porque lo perdí en el mismo momento en el que dejaste de doler)




Como ves, desde que no eres mi musa he tenido que volver a las andadas
y dolerá, más a ti que a mí,
el saber que nada volverá
y que yo me he ido hace horas.

2 comentarios:

  1. Me encanta como escribes, siento que sufras o que escribas como si te doliera todo tanto pero me gusta como escribes

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