martes, 29 de noviembre de 2011

Como el hielo.

El frío recorría mis manos hasta el punto de congelarlos.
Andando por la calle oscura que tanto nos vio sentir, te vi.

Verte era uno de mis miedos.
Millones de preguntas se agolpaban en mi cabeza: ¿Que sentiré? ¿Tendré ganas de abrazarte, hablarte?
Y se iban a contestar en medio segundo.
Y aquí os doy la respuesta.

Nada.

Eso es lo que sentí, nada.
Ni ganas de hablar, ni abrazarte, ni sentirte cerca. Nada.

Eras como cualquier otro ser de la calle, ahí puesto, sin ninguna importancia.



Creo que esto a mejorado y...(aunque me da pena)





me gusta.

1 comentario: