lunes, 4 de abril de 2011

Necesito oir tu voz.

Y en cuanto la oigo, salen lágrimas de felicidad corriendo cuesta abajo por mi cara.
La sonrisa me sale sola al oir tu risa a traves de la pantalla, y tus palabras inundan mi boca.
Hacia días que mis timpanos no escuchaban tu dulce voz...
Y es que te has vuelto demasiado necesaria.


Ya te echo de menos, otra vez...



21217

No hay comentarios:

Publicar un comentario